martes, 26 de julio de 2016

✓ Happy Day Bakery. Un pequeño pedazo de cielo:



Soy el tipo de persona a la que le cuesta relajarse, se de personas que cuando dicen "lo hecho, hecho está" y luego simplemente pueden relajarse y pasárselo bien. Yo, por más que lo intente ¡no puedo hacer eso!
Sin embargo, es cierto, que cuando estuve en esta encantadora pastelería del la calle Espíritu Santo de Madrid, tomándome el cupcake más rico que he probado nunca, y mirando su paisaje el cual no sabría exactamente bien cómo definir, me sentí totalmente relajada. En mí cabeza dejaron de haber gritos, regaños, reproches, torturas... creo que fue el único momento en que me sentí verdaderamente relajada de todo mí viaje.
 
Por eso este especial post, a ese mágico lugar al que me gustaría poder ir siempre que estuviera deprimida, para poder tomar fotos, comerme algo artesanal que siempre se agradece y anima, y desconectar de la cabeza.
Por desgracia es algo que no puedo hacer, y creo que tampoco podría verdaderamente... pero en fin, hay quien dice que la fotografía es inmortalizar momentos, yo digo que es cristalizar los sueños y yo cristalizo en estas los míos.




El día que decidimos ir a esa pastelería, fuimos desde la Puerta de Alcalá, a veinticinco minutos de camino según google maps (unos cuantos más para personas reales, ¡jaja!), era un domingo y súper caluroso. Cuando llegamos, parecíamos unos tomaticos cherrys ¡jaja! y la encargada del local lo primero que nos dijo fue "No se lo que necesitáis, pero un vaso de agua es seguro" ¡jajaja! así que decidimos tomarnos un smooothie de frutas naturales.


En mi caso, tomé un smoothie de coco, piña y plátano. Cabe destacar que estaba, buuuueeenísiiiimoooo y me quedo corta, y mi pastel era de Red Velvet, aunque sabía a limón, no tanto a chocolate como todos los que había probado hasta ahora ¡jaja! pero en serio, era delicioso: Tierno, sabroso, dulce sin ser empalagoso, la gominola de arriba era súper tierna, madre mía que apetencia de comerme otro igual ahora mismo me está entrando ¡jaja!





No hay nada más placentero que comer un dulce, mientras se fresquito en verano y calentito en invierno, se puede observar esta vista:

Si alguna vez vais por Madrid, o sois de allí, tenéis que pasar por este precioso lugar porque es absolutamente fantástico. También venden cosas de productos americanos y comidas raras... si queréis probar algo, solo tenéis que pasaros.
A mi, en lo personal, me encantaría volver.


Un beso enorme a vosotros, que os adoro <3

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